viernes, 8 de febrero de 2008

Cuando nada cobra sentido

Se ha vuelto todo confuso y molesto, el ruido los olores, la música, todo es extraño, como invisible de importancia, insipido a mi, ni las personas mas queridas son tan queridas... la desilusión te gana la pelea, y decaes en el vaivén de la depresión.
El calor las palabras, nada fluye natural, es u parto doloroso el escribir por escribir, la mente te engaña y te pone trabas lingüísticas indescifrables en el momento angustiante, el dolor la molestia, estar quieto mientras afuera se vive.
Cuando un no es parte de la fiesta duele, y duele más aún cuando se sabe no invitado. La desilusión, es eso lo que me hace pensar en Bob Dylan, y en canciones de Silvio Rodríguez, como que se apodera de mi, y me hace odiar todo, el teclado con las letras gastadas, el grito de la guagua del vecino, el ruido de la cama, y hasta Jaime Coloma. ¿Que culpa tengo yo de que ello me haga odiar mi cabeza? todo de me duele, pero no hay herida, las promesas a dios se cumplen tal manda a Lourdes, y es que desgarrarse la piel tampoco es normal, pero la mitigación del estoicismo moral y sentimental, me lleva a desearlo con más ansias y ahíncos. Cuanto mas el día avanza más la rutina le gana a la imaginación, y la modorra es cruel. Todo lo que se escribe se ve mal, se oye mal, y se sabe malo.
A donde voy a para y por favor que alguien me lo diga y que me lleve lueguito al silencio eterno.
N estoy pidiendo la muerte pero si el alivió. Por ahora la cabeza sigue en su sitio y el corazón bombea, pero por cuanto más, y con que fin. Hay de la modorra calurosa y elástica, amoldable a las compresiones del corazón. Alegría cantaba el circu du solei, me acuerdo de haberla cantado con varios litros de alcohol en el cuerpo, sintiéndome querida por la que me quería. Ahora se que no me quieres, y puede ser mi culpa, porque te traicione en cierto sentido, pero no pensé que el tiempo tan apresurado me convertiría en recuerdo solo en semanas.
Demasiada nada y poco sentido, y ahora quien podrá defenderme?
Mejor me convierto en asesino barroco, despiadadamente sangriento, con navajas y cabellera alborotada. Ahora me siento mejor.
Hey jude… ven aquí...tenemos que trabajar!