Asustada de su propio espejo,
proyecto inconcluso
de hojas húmedas y olvidadas
Aterrada por sus demonios conocidos
y por tus lagrimas irreales
en su sueño lento y lluvioso
Indefensa de tus palabras
flagelada por la mala alea
y por suspiros marinos
acunados entre abetos y robles imaginarios
Hoy llovió conmigo.
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